La magia del teatro en México “CABARET”… extravagante y sensacional… en México

Berlín…Año Viejo, 1929… una época de frivolidad, alegría falsa, erotismo… la víspera del Año Nuevo y la víspera también del nazismo y su nefasto poder destructivo. Este es el ambiente de“CABARET,” la obra musical actualmente en cartelera en el Teatro Insurgentes de la Ciudad de México. Esta obra vanguardista ganó ocho premios Tony cuando estrenó en Broadway en 1966 y ganó nueva popularidad en la exitosa versión de Sam Mendes que era mucho más oscura que la original y lució una autenticidad asombrosa porque fue ubicada en un verdadero cabaret en el Studio 54. Para la versión en cartelera en México, una parte del Teatro Insurgentes ha sido maravillosamente renovada para convertirse en el famoso Kit Kat Club donde pasa la mayoría de la acción de la obra. Los espectadores, sentados en unas mesitas a unos pasos del escenario, comparten, de esta manera, la experiencia total de lo que estaba aconteciendo en el Cabaret y en Alemania en esta época.

“CABARET,” dirigida briosamente por Felipe Fernández del Paso, quien también diseñó la escenografía, muestra el efecto duradero del exitoso drama musical y lo lleva definitivamente a los años 2000, añadiendo canciones, hablando abiertamente del asunto homosexual en Alemania e incluyendo unos hombres como integrantes de la bella orquesta femenina y como coristas conocidas como las Chicas del Cabaret. Este “CABARET” vital, melodioso… pero aterrador… está dispuesta a conquistar un nuevo público con su drama atrayente, sus melodías inolvidables y su profunda visión de una época fascinante en la historia del mundo.

Este “CABARET” presenta a la actriz Italí Cantoral en el papel de Sally Bowles, la cabaretera de segunda que ha viajado a Berlín en busca de fama, fortuna y diversión en todas sus formas. Cantoral tiene la voz agradable y actúa bastante bien pero francamente la actriz ejecuta los pasos de la coreografía de Alejandra González sin garbo; en realidad, las coristas bailan mucho mejor que la actriz principal, pero tal es el personaje de Sally Bowles quien cree que es una bailarina de primera, pero no lo es. Como los dos desafortunados amantes, Sally Bowles y Clifford Bradshaw, la Señorita Cantoral y Carlos de la Mota captan la mutua atracción que sienten la cabaretera y el escritor estadounidense frente al abismo que los va a separar. Es Sally quien ejemplifica el caso de tantos otros alemanes que prefieren cerrarse los ojos a la llegada de Hitler para seguir gozando de su vida como si fuera un Cabaret. La destacada actriz Raquel Olmedo es perfecta en el papel de Fraulein Schneider, la propietaria de una casa de huéspedes quien tiene la mala fortuna de enamorarse de un hebreo llamado Herr Schultz, interpretado por el ingenioso Patricio Castillo. El dueto cantado por Olmedo y Castillo, No Hay Nada Mejor, figura entre las más bellas que los compositores Kander y Ebb han escrito para la obra.

En el papel significativo del Maestro de Ceremonias, Luis Roberto Guzmán tiene el toque burlón e irónico que requiere el libreto; es su poderosa presencia que domina la obra desde que le da la bienvenida al público en la canción “Willkommen.” El capaz Sr. Guzmán lograr captar las varias facetas del enigmático personaje: el sardónico Maestro de Ceremonias quien muestra la perversidad de la sociedad en la canción Dos Viejas… (Y, a propósito, una de las viejas es un viejo) y en “Mi Chica Ideal,” su personaje mordaz revela el prejuicio que los nazis les tienen a los hebreos;

Poco a poco, el drama va desenmascarando las muchas atrocidades que caracterizaban la época, una hazaña bastante difícil de alcanzar en una obra tan entretenida como lo es “CABARET.” En esto consiste la singularidad del libreto de Joe Masteroff en el cual cada aspecto de la producción es un testimonio de lo que está debajo de la superficie, esperando el momento de brotar.

La acompasada coreografía de Alejandra González, la maravillosa escenografía del Sr. del Paso y el pintoresco vestuario de época diseñado por Josefina Echeverría espléndidamente retratan la charrería del Kit Kat Club, el lugar donde se despliega la historia de Sally, Cliff y los demás berlineses. En este lugar del centro de Berlín, los clientes se niegan a reconocer lo que les está pasando. Sally expresa la filosofía que ella comparte con sus conciudadanos en la melodía Cabaret, una de las canciones más conocidas de la comedia musical americana. Éste es uno de los muchos ejemplos de la dualidad que la música deja ver; en esta canción, aunque Sally está cantando las glorias de la vida cabaretera, sus palabras tienen un significado siniestro, sombrío. Además, la bella composición Hoy Brilla el Mañana en Mí, que, al principio, es entonada pacíficamente por una pareja en la fiesta de compromiso de Herr Schultz y Fraulein Schneider, llega a ser la antífona feroz de la supuesta raza superior al ser cantada fervorosamente por todo el elenco. Por mucho que uno quisiera que el desenlace fuera feliz, no lo es… ni para Sally, ni para Cliff, ni para Herr Schultz y Fraulein Schneider, ni para Berlín.

Al terminar la obra, Cliff, absorto en sus pensamientos de lo que ha visto y vivido, sale de Berlín y comienza a escribir su libro… y en el Cabaret, la vida sigue… pero no tan igual.

“CABARET,” la maravillosa producción de un verdadero clásico, en cartelera en el Teatro de los Insurgentes, Avenida Insurgentes Sur1587, Colonia San José Insurgentes. Funciones: jueves y viernes, a las ocho y media; sábado, a las seis y las nueve y media; domingo, a la una y las seis. Para más info rmación: 56114253.

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