Göteborg resplandece en el verano Un verdadero Sommarstaden…pueblo veraniego… en Suecia
l pueblo de Gottenberg, Suecia, centellea en el verano, debido, no sólo a la reflexión del sol en los canales y en el río, sino también al espíritu de sus habitantes que gozan de los días soleados que les ofrece Estío, dios del verano. Fundada en 1621 durante el reino de Gustav II Adolf y planeada principalmente por proyectistas alemanes y holandeses cuya maestría en la construcción de canales es evidente por todos lugares. Con más de seiscientos mil habitantes en la región de Gottenberg, la población aumenta durante el verano con la llegada de miles de turistas que acuden de todas partes de Europa para gozar del verdadero Sommarstadden de Suecia.
Como en otras ciudades escandinavos, Goteborg les ofrece a sus visitantes su Tarjeta Goteborg con muchos de los beneficios ofrecidos por las ciudades de Oslo, Bergen y Estocolmo: en este caso, incluye entrada libre a los museos de la ciudad, giras turísticas en autobús y en barquito, estacionamiento gratis y paseos en todo transporte público, incluyendo tranvías, autobuses y barcas de transporte. Lo mejor de Göteborg, a un precio razonable, es lo que ofrece la Tarjeta Goteborg, disponible en las dos sucursales de la oficina de turismo de Goteborg, Nordstadstorget, 411 y Kungsportplatsen, 2. La tarjeta, válida por un día cuesta 210 kr, adulto, 150 kr, niño. Si desea un pase de dos días, el precio es 295 kr por adulto, 210 kr por niño. En las oficinas de turismo, se puede hacer una reservación de hotel, recibir info rmación, comprar regalitos y mapas y reservar una excursión o gira turística por la ciudad.
Una de las excursiones más deleitosas es la que se toma en Paddan, la palabra en sueco por “rana” llamado así por la forma rechoncha del barco. Por unos cincuenta minutos, con narración en vivo en inglés, alemán y sueco, el turista ve desplegarse ante sus ojos los monumentos y lugares más bellos de la ciudad. Hay que llevar paraguas si las nubes amenazan desencadenar sus depósitos de agua, pero si llueve, las fuentes brillan más y los árboles respiran con su verdura. Precio del paseo: 95 kr por adulto; 60 kr por niño; billete familiar 250 kr. Otra opción es un paseo terrestre en el autobús dorado al aire libre, también con narración en vivo, que le da al visitante otra perspectiva de la ciudad mientras las atracciones y la historia de la ciudad se despliegan ante él. La Tarjeta Goteborg es aceptada en ambas excursiones, pero sólo después de las tres de la tarde en el caso del Paddan.
Hay tantas cosas que ver en y alrededor de Gothenburg que uno debe pasar al menos unos días enteros en la región. Una de las delicias del lugar es Liseberg, el parque de diversiones más grande de Escandinavia. Aunque no tan conocido como Tivoli en Copenhague, Liseberg, alardea un par de montañas rusas tremendas, el Hotel Gastén, lleno de horrores y espantos, verdaderos e imaginados, diez y ocho puestos de comida rápida y diez restaurantes. El domingo catorce de agosto había un programa de música clásica interpretada por la Orquesta de la ciudad además de unas selecciones de comedias musicales de la talla de Kiss Me Kate, Rocky Horror Show y Beatlemania, con actores invitados, y los miembros del coro del Teatro de la Ópera de la ciudad entre otros artistas. Estas tardes musicales, incluidas en el precio de la entrada, son unos de los alicientes más atractivos del parque.
Una excursión muy agradable es un viaje por barco de transporte alrededor del archipiélago de la costa que ciñe la ciudad. El viaje principia en el tranvía número once que se toma en el mero centro de la ciudad; de la última parada, se toma uno de los muchos barcos de transporte que enlazan las islas con tierra firme. Los pueblos isleños ofrecen amplias oportunidades para caminar, merendar en el campo, montar a bicicleta o comer en uno de los restaurantes gastronómicos del lugar. El paisaje salvaje ha sido domado por el hombre en algunos sitios, pero los peñones, las piedras, las isletas y que abrazan la costa y salpimientan el mar son pintorescos y merecen una ojeada prolongada. Si está harto del tráfico o de los turistas que trae el verano, hay que saber que en el archipiélago, se reina la paz y se siente la tranquilidad. El precio del pasaje por barco es el mismo que el de un boleto de tranvía… incluido en el costo de la Tarjeta Goteborg.
Otras atracciones de la ciudad incluyen la subasta de pescado en los muelles, La Iglesia de los Pescados (Feskekörka), la Sala de Conciertos, que remembra el Centro Lincoln de Nueva York, y los Museos de la Ciudad, del Centro Marítimo, de Arte (Konstmuseum), además de un Jardín Botánico y unos parques preciosos. La ciudad también su versión de los Campos Eliseos en el Avenyn, una avenida muy de moda adonde la flor y la nata de la sociedad sueca acude para tomar un café, cenar, ir de compras o mirar y hacerse mirar… otro de los alicientes del centro veraniego de Goteborg.