Estocolmo…el colmo de Europa Capital sueca es simplemente sensacional

Estocolmo recuerda la época de oro de las grandes ciudades de Europa… París, Londres, Ámsterdam, entre otras. Lo que el turista nota, al llegar a la ciudad por primera vez, es su grandeza… la belleza de su arquitectura… la limpieza del agua de su mar y su lago… la abundancia de sus árboles y sus parques… la multitud de islas en su archipiélago… y la ilimitada energía de sus habitantes. Estocolmo, que se extiende sobre catorce islas, es una armoniosa mezcla de ciudad moderna y población tradicional en la cual el turista puede gozar de su gran riqueza gastronómica, musical, artística, natural y humana.

El centro de turismo se encuentra en Sweden House (La Casa de Suecia), 27 Hamngatan, muy cerca de la calle principal; aquí, el turista encuentra a su disposición mapas e info rmación sobre la ciudad y sus derredores. Abierto lunes a viernes desde junio a agosto de las nueve a las seis; los sábados de las nueve a las cinco y los domingos, de las diez a las cuatro. Hay en venta también la Tarjeta Stockholm, una buena manera de explorar la ciudad a un precio razonable.

Preparado y descansado, el turista podrá comenzar a descubrir los tesoros de la magnífica ciudad; no hay mejor manera de hacer esto que con una de las muchas excursiones ofrecidas por City Sightseeing, una compañía que promete, según su publicidad, “la mejor perspectiva de Estocolmo.” En los autobuses de clase ejecutivo, con ventanas panorámicas y con narración grabada en varios idiomas, se puede captar la belleza de la ciudad como si estuviera caminando en aire libre. La gran diversidad de las excursiones del “Estocolmo Panorámico” (210 SEK) que dura noventa minutos y “Estocolmo en resumen” (300 SEK) de dos horas y media e incluye un paseo en autobús y en barco, al “Grand Tour,” (395 SEK) un recorrido más amplio de tres horas y media, en autobús y barco, que incluye unos bocadillos y una bebida a bordo. También hay excursiones particulares tales como Estocolmo “Ahora y Entonces” (280 SEK) además de unos paseos a pie por el barrio antiguo ((90 SEK), en carruaje por el barrio antiguo (100 SEK), en bicicleta (300 SEK), y, para los turistas más discernidores, excursiones individuales a precios fijos.

La atracción más impresionante de la ciudad es el Vasamuseet, el museo dedicado al real barco de guerra Vasa, que se dio a vela en 1628 y se hundió en ése, su primer viaje. En realidad, el reconstruido y restaurado Vasa es la atracción más popular de toda Escandinavia… y con muchísima razón. La historia del hundimiento del buque es triste pero la de los exitosos esfuerzos para rescatarlo son absolutamente extraordinarios. Cuando el buque comenzó su viaje, todo Estocolmo había llegado al puerto para despedirse de los miembros de la tripulación y de los invitados… familiares, y esposas, entre ellos; cuando la nave comenzaba a recalar la primera vez, la alegría se cambió de inmediato a pavor y espantó. Al inclinar vertiginosamente la tercera vez, el barco se hundió por completo en las profundidades.

Cuando la nave fue levantada de su sepultura en 1961, debido a la maestría del equipo científico y el cuerpo de ingenieros que trabajaban en el proyecto, encontraron herramientas de carpintería, ropa (pantalones y zapatos) usada por los marineros, setecientas esculturas decorativas y varios esqueletos humanos. Por la industria de los varios equipos y mucho trabajo y paciencia, el barco fue completamente restaurado y preservado; se puede apreciar los resultados de sus maravillosas labores en el Museo, abierto diariamente en verano de las nueve y media a las siete, que ofrece también exhibiciones sobre los horrores de la guerra marítima, la apariencia y el lenguaje de los que estaban a bordo y la vida difícil de la tripulación y la cabina del capitán. No hay que salir de Estocolmo sin ver el Vasa en el Vasamuseet, en la isla de Djurgärden, accesible del centro por autobús, número 47 o 69, o por lancha de Slussen.

No hay uno sino dos palacios reales para visitar en la capital sueca… uno, el Kungliga Slottet en el mero centro de la ciudad y el otro, el Palacio Drottningholm en una isla en el hermoso lago Mälaren; es difícil decir cual es más impresionante, aquél, que es la residencia oficial de los Reyes de Suecia, o éste, que fue construido a más de seis kilómetros de la capital como residencia veraniega para los monarcas. El Kungliga Slottet, una de las pocas residencias reales abierta al público, fue construido en 1754 en estilo barroco italiano; aquí, se puede visitar la impresionante Sala del Reino, el Apartamento Bernadotte y sus muebles de estilo rococó, el elegante Salón de Fiestas, el suntuoso Apartamento de Huéspedes, y las vistosas Salas de Órdenes. En el recinto real, hay también la Armería Real, la Cámara del Tesoro donde se exhiben las coronas, cetros, llaves y espadas de la Familia Real. La Capilla del Palacio está abierta al público los miércoles y los viernes, del mediodía a las tres; domingo, servicio religioso, a las once. Una atracción muy especial es el desfile del Cuerpo de Guardia, con banda de música, lunes a sábado, a las doce quince; domingos, a la una de la tarde, cada semana durante julio y agosto (temporada alta).

La visita al Palacio Drottningholm comienza en el muelle del Ayuntamiento donde los visitantes suben a la lancha que los llevará al majestuoso complejo de edificios, parques, pabellones y fuentes del palacio que se usa hasta el día de hoy como una de las residencias oficiales. Por su ubicación en el bello terreno y las numerosas fuentes de agua, el Palacio es conocido como “el Versalles de Suecia.” El paseo en lancha, que dura poco menos de una hora, es una excursión encantadora mientras la lancha pasa casas elegantes, playas íntimas, y localidades desiertas.

Una vez en la isla, el Palacio llama aristocráticamente con su rica mueblería, innumerables obras de arte y candelabros relucientes. El Pabellón Chino y el Cuartel de la Tropa también merecen una visita pero el lugar más atrayente de Drottningholm es su Teatro de Corte, que data del siglo dieciocho y es uno de los teatros mejor preservados de esa época; en el teatro mismo, que nunca ha sido restaurado (menos por las lámparas eléctricas), todavía se presentan obras, principalmente óperas, escritas o ubicadas en la época. Se dan visitas guiadas frecuentemente durante el verano; muy cerca del bello teatro, hay un pequeño museo dedicado a la historia del teatro. No pierdan la oportunidad de dar una vuelta por el Palacio Drottningholm en las cercanías de Estocolmo.

Entre los otros encantos principales de la ciudad de Estocolmo figuran el Museo Nobel, ubicado en la Academia Sueca, que actualmente está presentando una exhibición dedicada al genio de Albert Einstein llamada Albert Einstein “por su descubrimiento de…,” el Moderna Museet (Museo de Arte Moderno) que incluye obras de artistas internacionales y suecos contemporáneos, el Nationalmuseum (Museo Nacional de Arte), el bello Stadshuset (Ayuntamiento), cuya construcción fue terminada en 1923 y que ofrece bellas vistas marítimas.

Más que nada, Estocolmo debe ser apreciado… caminando por sus muchos parques… navegando en sus centelleantes aguas… saboreando un café en uno de los populares lugares… en suma, Estocolmo es una ciudad que debe ser apreciada gozándola.

El verano ofrece la perfecta oportunidad para viajar a lugares desconocidos e interesantes… y cuando el calor del noreste de los Estados Unidos comienza a espantar, no hay mejor opción que una visita a los países de Irlanda, Escocia y otros lugares en y cerca de Gran Bretaña donde las brisas agradables apaciguan el espíritu y calman el calor. Principiemos nuestra gira turística en la maravillosa ciudad de Dublín, donde la hospitalidad de los habitantes casi eclipsa la belleza del lugar.

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