Dale permiso al ingenioso Paul Mercurio cuando te pide
“Permission to Speak”… “Permiso para hablar”
Algo muy especial está pasando en el Actors Temple Theatre de Nueva York cada vez que el sensacional cómico-humorista Paul Mercurio pisa las tablas del íntimo teatro de la calle cuarenta y siete. Su obra, “Permission to Speak,” muestra la habilidad del Sr. Mercurio de empoderarse del teatro, de analizar a sus espectadores, de hacerles hablar de cosas que, tal vez, no hubieran querido decir y de hacerles reír…y frecuentemente a carcajadas.
Hay que confesar algo…cuando el Sr. Mercurio era un alumno de secundaria, era mi alumno en la escuela Classical High de Providence, RI. Cuando yo le pedí entradas de prensa al agente de publicidad David Gersten, le conté lo de mi alumno y le dije que me gustaría hablarle después de la función. Al recoger mis billetes, me di cuenta de que estaba sentado en el mero centro de la primera fila…y comencé a musitar. Como había sospechado, después de que las ovaciones habían terminado, Mercurio entró en la escena, me miró a los ojos y exclamó que quería hablar con el señor de la bufanda morada sentado en la primera fila. El me presentó como su maestro de español de secundaria, y yo, perdiendo mi nerviosismo, le dije que era mejor que no había dicho mi viejo maestro de español, porque tenía treinta y cinco años para cambiarle sus notas! Desde ese punto en el espectáculo, el Sr. Mercurio me mostró a mí y a todos los presentes que él era el maestro de su clase, por decir, y yo acedé porque yo le había dado mi permiso para hablar…y hablar… sí hablé…de mi vida personal, de cuando él era mi alumno, y del hecho de que había dado cuenta de su inherente chispa de humor, su pericia y su perspicacia aunque no era uno de mis mejores alumnos.
No vayan a pensar que lo que pasó en las tablas era porque el Sr. Mercurio me conocía, porque los demás espectadores que le dieron su permiso para hablar y subieron al escenario, estaban igualmente absortos en la conversación con el humorista. Lo más impresionante era la manera en la cual Mercurio trata a sus invitados…con delicadeza, respeto y sutileza. Así, cuando le pidió a uno de ellos si sufrió de un trastorno educativo, el joven admitió que sí e increíblemente, la pregunta no le molestó por nada…y los dos siguieron con su amena y amable conversación. Entonces, Mercurio entrevistó a un viejo con resultados hilarantes…pero siempre con el mismo primor y finura.
Las charlas frecuentemente fueron interrumpidas por carcajadas y ovaciones…sobre todo cuando el joven, quien me siguió al escenario, decía que pensó que yo había sido plantado entre los espectadores o que no era tan interesante como yo (¡!) ni tan cómico… pero estos y otros comentarios que pronunció resultaron divertidísimos y agradaron grandemente a los espectadores.
Paul Mercurio’s “Permission to Speak” es una de estas obras que uno quisiera que nunca terminaran o que uno quisiera ver una segunda o tercera vez. El Señor Mercurio es un gran talento que todos amantes de buen teatro debieran ver para apreciar. No se la pierdan.
Permission to Speak with Paul Mercurio, en cartelera en el Actors Temple Theatre, 339 de la calle cuarenta y siete oeste, entre la octava y la novena avenida, Nueva York. Funciones: todos los miércoles a las ocho. Boletos: $50, disponibles por telecharge.com, al 212.239.6200 o en la taquilla del teatro.