“TAMMY FAYE” … una musical politica, religiosa mediocre
La “vida” de la televangelista famosa no logra impresionar
No hay mucho que se puede decir a favor de “Tammy Faye a new Broadway musical.,” la obra musical con libro de James Graham, dirección de Rupert Goold, música de Elton John y letra de Jake Shears; son, sin duda alguna, distinguidos artistas de pedigrí, pero aquí, no están a la cima ni de su trabajo artístico ni de su carrera. Si no fuera por los talentos de la actriz Katie Brayben quien interpreta a la protagonista Tammy Faye Bakker, no valdría la pena ver esta biografía musical pero la Señorita Brayben hace que todo valga la pena. De los otros principales, el generalmente astuto Christian Borle parece mal promediado como Jim Bakker y los talentos de Michael Cerveris se quedan en el purgatorio en su papel del evangelista Jerry Falwell; estos dos actores se esfuerzan casi inútilmente para vencer las muchas imperfecciones de la obra. El equipo técnico… escenografía de Sunny Christie, iluminación de Neil Austin, sonido de Nick Lidster for Autograph, vestuario de Katrina Lindsay y videos de Finn Ross es utilizable pero no muy atractivo. En el caso de la escenografía de Christie, su trabajo es vergonzosamente débil y falta imaginación e inspiración (se recuerdan los famosos actores y cómicos sentados en los cuadros del programa Hollywood Squares (Puerta abierta para todas ventanas).
Cuando, muy pronto en la obra, uno de los personajes musita: “¿Cómo sobrevivió su vida?,” los espectadores se estarán preguntando lo mismo al final de la obra. ¿Como pudo esta mujer, esposa de un evangélico que tuvo una aventura sexual con la joven Jessica Hawn (Alana Pollard, desinteresada y vacía) seguir viviendo con un hombre en quien no tenía confianza? ¿Cómo pudo enfrentarse diariamente con las cámaras televisivas llena de pastillas ilegales y dudas acerca de su esposo y su lealdad? El libro traza la caída de la mujer desde su papel como una de las más poderosas mujeres evangelista…una mujer quien pudo pedir dinero aún de los más pobres y recibirlo a nombre de Dios. A diferencia de los otros evangélicos de la talla de Jerry Falwell, Billy Graham, y Pat Robertson quienes predicaron de una manera severa y de fuego y azufre, Tammy lo hizo con dulzura, comprensión y compasión. Tammy hasta abrazó a un paciente con SIDA aunque sabía que recibiría la crítica y la censura de los otros de su profesión. ¿Era estafadora o salvadora? Solo Dios la juzgará.
Tammy Faye no termina bien para la Señora Bakker quien, después de la aventura de Jessica Hahn, nunca quiso que la llamaran con el nombre Señora Bakker…era sencillamente Tammy Faye. Supuestamente, y según el libro de la obra musical, cuando Tammy muere, Dios la recibió en el Paraíso. ¿Cuál será el destino de esta obra musical?
“Tammy Faye” en cartelera en el Palace Theatre, 1564 Broadway con la calle cuarenta y siete oeste, Nueva York.