“How to Dance in Ohio” …mucho más que una lección de baile
“Como bailar en Ohio” musical artístico trata honradamente del autismo
La llegada de “How to Dance in Ohio” a Broadway celebra algo muy especial. La obra, basada en la película documental del mismo nombre, alardea por primera vez a siete actores autísticos interpretando a siete personajes autísticos. Al principio de la obra, Tommy, interpretado asombrosamente por Connor Tague, aclara “si has conocido a una persona autística, has conocido a una persona autística”…abriendo paso para que los espectadores se den cuenta de que no todos son iguales. La obra, con libro y letra de Rebekah Greer Melocik y música de Jacob Yandura, logra su meta gloriosamente mientras los siete personajes se preparan para un baile formal, el primero de su vida.
Cuando la obra se concentra en la vida de los siete y sus preparativos para el evento, Como bailar en Ohio eleva el espíritu del público; en estos momentos, el elenco de los siete muestra su destreza y su tino para la actuación, el canto y el baile. Ubicado principalmente en un centro de consejería del Doctor Amigo (afablemente interpretado por Caesar Samayoa) donde sus clientes se reúnen en grupo, los adolescentes revelan sus personalidades, algunos buscando su independencia y otros, aceptando y adhiriéndose a lo familiar. Todos expresan las mismas ansias e inquietades de todo adolescente al enfrentarse con la madurez, las interacciones sociales, el futuro, la familia y la independencia.
Todos los siete tienen su momento como el centro de atención en la obra. El maravilloso Liam Pearce como el ambicioso pero indeciso Drew, entona tal vez la mejor de las canciones Building Momentum en la cual el joven se lo explica todo; también gana los aplausos con Waves and Wires. Como la obsesiva Marideth, Madison Kopec brilla con Unlikely Animals” cuyo tema, el de los animales en Australia le ofrece un escape cuando se siente incómoda en la vida actual. Cristina Sastre en el papel de Ashley, hija del consejero, explica que “Life Interrupts” (La vida interrompe) porque ya no quiere ser bailarina sino consejera. Abundan los problemas de los individuales: Mel, interpretada con brío por Imani Russell tiene asuntos con comunicar y entender claramente lo que le dicen…sobre todo a su jefe quien la amenaza con despedirla. Carolina, interpretada hábilmente por Amelia Fei, es tan avanzada que está estudiando en la universidad, pero cuando cambian el salón donde tiene un examen, ella no sabe qué hacer. Jessica (Ashley Wool) depende de su amistad con la arriba mencionada Caroline por su confianza lo cual cambia cuando Carolina le dice que tiene novio. Sin embargo, Desmond Luis Edmonds brilla en el papel de Remy, un joven quien goza de tener un podcast y es jubiloso y sigue sonriendo, esforzándose a continuar a pesar de todo dificultad.
La obra es menos interesante cuando se enfoca en la vida de los adultos… no me refiero a los padres de los adolescentes, sino al Doctor Amigo y su relación con una reportera y un blogger que quieren escribir del baile formal lo cual quita la atención de los adolescentes. Por eso, en estas escenas, la obra pierde su ímpetu y añade elementos estrambóticos a la historia.
Hay unas escenas cariñosas, como cuando dos de las chicas van a Macy’s con sus madres para comprar vestidos para el baile o cuando el padre de una de las chicas compra un vestido para ella pero no en Macy’s, sino en un lugar más económico. En estos momentos la musical es tierna y conmovedora.
La partitura ofrece baladas y canciones pop que avanzan la historia: destacadas melodías incluyen Butterflies, Slow Dancing, So Much in Common, Under Control y The Second Chance Dance. Sammi Cannold dirige astutamente y el elenco cumple admirablemente con su dirección y el libro. Director de escenografía, Robert Brill, vestuario de Sarafina Bush, iluminación de Bradley King y sonido de Connor Wang y coreografía de Mayte Natalio añaden al encanto de “How To Dance in Ohio.”
La melodiosa “How to Dance in Ohio” nos enseña, asombra y entretiene, actualmente en el Belasco Theatre, 111 de la calle cuarenta y cuatro oeste, Nueva York. Funciones hasta el diez y seis de junio de 2024. Boletos de $48 a $518, disponible en la taquilla del Belasco, por telecharge.com o al 212.239.6200.